Desde que inicié este blog me he hecho la misma pregunta, ya más de 17 años dandole vueltas al asunto, jamás logré entender y aún después de mucho tiempo sigo sin siquiera saber que sucede o como tratar de descifrar esa palabra.
Amar es un sentimiento profundo que puedo dividirlo en diversas formas, colores, sabores y hasta masticarlo y olerlo. Puedo verlo, sentirlo. He escuchado todo en relación a cómo es el amor pero aún así no he podido definirlo en un significado simple y sencillo, sería minimizarlo y estoy segura que el amor no es insignificante, todo lo contrario es enorme, grandioso, magestuoso y al mismo tiempo intangible.
Amamos a las personas que nos hacen sentir valiosas, amamos el atardecer cuando hemos terminado un día y el Sol nos despide con un bello vals colorido dando paso a la Luna con su imponente cielo estrellado. Amamos las caricias, nos recorre una sensación escalofriantemente rica que nos paraliza y al mismo tiempo nos convulsiona en muchas sensaciones. Amamos las risas y palabras de nuestras amistades cuando se fusionan en un mismo canto de alegría. Amamos a nuestros animalitos que nos acompañan en el día a día del cuál formamos un vínculo protector. Amamos los riquísimos sabores de las magníficas mezclas al inventar una forma de nutrirnos que sea placentera y se pueda digerir. Amamos la vida misma con todas las formas de hacernos sentir arriba y hacernos bajar como resbaladilla. Esa vida tan misteriosa que puede acabar en tan solo un instante o puede perdurar por una eternidad.
Pero dentro de esos grandes amores existe uno o varios que nos hacen sentir plena, fascinadas y en completa perfección con nuestras imperfecciones. ¿Que sucede cuando tratamos de complacer a la otra persona? Y en el camino nos vamos agotando, desgastando y perdiendo el rumbo... ¿Y qué pasa si ese rumbo nunca existió y lo vamos formando como se va dando la vida misma?
El amor... Pareciera que la humanidad busca ese sentimiento en las personas, pareciera que buscamos una conexión infinita e instantánea que se transforma y evoluciona. Pero el amor no solo está en otra persona, o no solo se recibe de un ser a otro. Pasamos nuestra existencia tratando de encontrar nuestra media naranja, ese complemento que nos va a llenar el vacío que sentimos al estar solas, solos.
Antes de poder siquiera compartir nuestra vida misma con alguien más, tenemos que lidiar con nuestras imperfecciones y sanar muchas heridas, amar la soledad y amarnos tal cual somos, para que el amor que tanto buscamos sea un acto placentero, puro de compresión y entendimiento mutuo. Recíproco y consensuado.
¿Amar?
La vida es tan fugaz, es un misterio que vamos descubriendo conforme pasa el tiempo así que merecemos aventurarnos y abrazarnos al amor en sus múltiples manifestaciones. Acariciar cada momento como si fuera el último, como si este nos lo fueran a arrebatar.
Ser intensas, ser pasionales y desbordar en emociones y sensaciones no es malo. Nada es malo y todo está permitido mientras se haga con reciprocidad y amor. Ese amor del que tanto he escrito y aún así no logro definirlo.

Comentarios
Publicar un comentario