¿La vida juega con nosotros o nosotros debemos jugar con ella?

Somos un diminuto punto en la Tierra y que decir dentro del Universo, somos como polvo cósmico. Pero como seres racionales nos damos el lujo de creernos el centro de todo, esto no es tan malo, todos tenemos derecho a pensar que lo somos aunque no hay que llegar a exageraciones sólo darnos el privilegio de elogiarnos y que nos admiren.

¿Será posible que existan las coincidencias, la suerte, el destino?

Siempre me pongo a pensar en estas cuestiones y a veces no llego a ningún punto más que al mismo del que partí. ¿Por que será que a veces una persona gana la lotería? ¿Cómo es posible que te llegues a encontrar a una persona que hace años no veías en lugares poco posibles? Será que todo esto ya está planteado en nuestra vida como un Dios que todo lo ve y escribe o elige nuestro destino. Estás preguntas me afligen pero mientras sigua viviendo no pasará más que un simple recordatorio de que debemos siempre vivir el día como si fuera el ultimo, no sabremos cuando moriremos.

Todo esto lo escribo por simple analogía de cosas que me han pasado curiosamente. Desde años intentaba buscar el paradero de una persona, en mis sueños no hace mucho, lo recordaba y aunque a veces se me llegaba a olvidar siempre estaba en mis pensamientos el recuerdo de esa persona. No hace muchos días, me comentaron que se toparon con esta persona, no puedo describir la sensación que tuve al momento de que me lo dijeron fue algo tan extraño.

Al siguiente día lo perdí prácticamente se volvió a ir, lo que planeaba no funcionó o simplemente no se realizó y eso me irrita (a veces sueño con la realidad y vivo en un mundo donde se que nunca se hará realidad lo que sueño o quiero) me molesta ser así, pero es algo inevitable por más que lucho con mi propio yo, no logro evitar tener esos sueños en mi mente. Yo sólo quería volver a hablar con esa persona, después de años de no saber nada de él.

No todo está terminado, tengo una pequeña esperanza, sé donde estudia y es más cerca de lo que yo imaginaba. Tal vez si lo dejo para el destino, el se encargará de unirnos otra vez.