FIC Cervantino 38


Festival Internacional Cervantino 2010

Bien después de mucha falta de interés por mi parte de escribir me he dado a la tarea de retomar las reseñas que son parte fundamental de mi vida cotidiana, mi entorno y muy especial gustos particulares.

Festival Internacional Cervantino un encantador desfile de colores, sensaciones, personas, gustos, admiraciones, sabores, ruidos y aún mas de lugares por descubrir donde la curiosidad debe ser tu mejor aliado. En una ciudad de ensueño, fascinación y diversión, donde las personas que habitan te acogen como siempre con una cara realmente amigable.

Este año el FIC siendo el numero 38 presento variedad como todos los años en todos los ámbitos artísticos, donde pude darme cuenta que los eventos al aire libre y de acceso también libre fueron los más concurridos, claro que todos tenían la importancia que merecían, sólo una pequeña observación no muy agradable pude presenciar, la falta de talento en las calles, es decir, no  encontré bandas tocando en cada esquina, no estaban los teatreros (actores) en cada plaza, ¿se habrán conformaron con los eventos que siempre pone el FIC?, ¿Será acaso las fechas en las que asistí? ¿Será coincidencia  y sólo en la semana de cierre se presentarían más eventos gratuitos? ¿O la vigilancia de la cuidad no permitió tales actuaciones?
Este será un misterio del cual no me preocupo mucho, pues se que los eventos estuvieron al nivel que debían estar, es sólo una pequeña observación que no se si coincidan conmigo.

Por las noches cuando los eventos daban por concluidos se dejaba ver la gran cantidad de gente que pasaba por las calles mas transitadas, iban y venían, sonrientes, todas y cada unas de ellas con un gesto amigable. Los bares al punto límite sino es que al nivel mas extremo que se pudiera presenciar.

Los vendedores ambulantes corrían de extremo a extremo dando vuelo a sus ventas. Y la fiesta apenas comenzaba, los jóvenes divirtiéndose aquí y allá, sin ninguna preocupación más que de llegar al bar deseado y encontrar lugar disponible.

Por las mañanas el mercado con sus turistas abundaban en cada porción, las señoras ofreciendo su comida, todo un folclor mexicano exquisito. Que decir de cada paisaje que se podía fotografías. La comida era una exquisitez, cada platillo tenia su sabor su color.

Los hoteles y posadas al grado de no poder encontrar habitaciones disponibles, hasta el Pípila estaba lleno de turismo. Cada rincón de Guanajuato en este Festival es digno de apreciarse. Sin más por el momento dejo que este pequeña reseña y esperando el siguiente año para disfrutar de más eventos.

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