Ganas de seguir adelante.

Estos últimos días he intentando por todos los medios (well... en realidad no por todos los medios habidos y por haber) concentrarme en lo que debo hacer para mejorar mi trabajo creativo y profesional. Aunado a esto, necesito terminar –comenzar en realidad– un dibujo que prometí a una persona, pero… ¿cómo rayos hacerlo si no me siento segura de nada?

No sé si sea el inicio de año, la terrible tristeza interior por la cual estoy pasando sumado a problemas personales de tipo emocional, laboral y económicos.

Me siento frente a la computadora y deseo con todas mis fuerzas comenzar ese dibujo, busco la manera de realizarlo con la mejor técnica y luego pfff… no puedo, no me sale, odio el trabajo, lo borro o guardo muy pocos avances y termino haciendo otras cosas.

Me pongo a buscar trabajo y leo toda las ofertas, veo sus salarios de miseria y la frustración viene en aumento. ¿Cómo carajos conseguir algo decente si los sueldos están para llorar?…

Trato de pensar que todo irá bien, pienso en las palabras de aliento que me dan mis amigos –aunque de eso no voy a vivir ¡jaaa!–, pero llego a confortarme un poco.

Necesito tiempo para mi, para sanar y todavía… dejar ir. Pero constantemente me alcanza la ansiedad y toda esa frustración de no poder hacer mucho. Mi madre dice que estamos bien, ella siempre ve tiempos mejores, ella me da fuerza muchas más veces de las que yo creo. 


Creo que estoy cargando con muchas cosas que aún no se han liberado de mi ser, entre responsabilidades y cosas por hacer, aún no encuentro mi rumbo. Sin embargo intento despertar, levantarme y ponerme algo lindo –voy poco a poco, tampoco llevo prisa– y si con eso consigo sonreír en un día tan frío, he logrado mucho.

Comentarios