El pasado que se aferra a regresar


Vaya que pueden pasar semanas sin narrar mi vida, y no es que sea un diario pero quisiera tener una mejor disciplina e ir escribiendo experiencias, fantasías o cualquier idea que me venga en mente.

Nunca he sido buena escribiendo pero a lo largo de estos 10 años he mantenido el blog como una forma de recordarme, de mantener presente algunas ideas o sentimientos, también de aprender de mis errores.

Sin duda aquí no he escribo muchas cosas por pena o porque no quiero que me juzguen. Todos escribimos o decimos sólo lo que queremos que los demás se enteren. Y aunque tengo otras formas de desahogo en otras páginas o en otros lugares, esta me sirve mucho.

Desde hace un par de semanas escribí en twitter que a veces el pasado se aferra a estar en el presente. A veces llega de forma indirecta con alguna canción, alguna frase, un lugar o cierta película que te recuerda algo o alguien. Pero en otras ocasiones se presentó de frente, como una cubeta de agua fría que te zarandea toda, completa. 

Digamos que una persona incómoda se asomó por el filo de mis paredes emocionales y vino a mover fibras sensibles en mi recuerdos. Esos recuerdos que tratas de mantener ahí, como algo que sucedió y deseas aprender de ellos pero sólo eso, no más, no quieres recordar porque sabes que son horribles y no necesariamente para ti, sino que involucra sufrimiento a otras personas.

Pero la vida es eso, afrontar el pasado y darle la vuelta para continuar avanzando, o eso es lo que creo. Pero yo soy de las que fantasea con el “qué hubiera sido si…” y comienzo a crear historias con personas, momentos o cualquier situación del pasado. No creo que sea la única pero no es sano clavarse en ese pasado, así que después de sufrir y/o llorar cierro esa puerta y regreso corriendo al pasillo de los recuerdos para llegar al presente. 


Tal vez no diga mucho hoy, pero necesitaba expresar sentires sin conexión.

Comentarios