Han pasado 2 años, no estoy segura si fue el 20 o el 21 pero desde tu partida las cosas no han ido muy bien que digamos. Fue una noticia muy fuerte, estaba sola, no supe como afrontarlo, me caí, poco a poco lo fui ocultando y quería tener palabras de aliento, quería que alguien me dijera algo agradable, pero nadie se acercó muy a pesar de que siempre evidencio las cosas, publico textos, escribo en mis redes sociales.
Creo que todas las personas con las que creí contar, en ese momento se alejaron y no las culpo, supongo que me dieron mi espacio, pero en realidad necesitaba un abrazo. Dejé acumular tanta tristeza que al año me enfermé muy fuerte y ahí supe que no quería morir y jamás lo había pedido. Tuve una oportunidad para continuar y vaya que la sufrí mucho.
Aquí estamos intentando no desistir de mis ideas, de mis ganas de seguir y de empezar a caminar bajo los escombros y construir algo que aún no sé ni que es. No tiene ni forma, pero quiero que sepas que donde quiera que estés te llevo siempre y te he dejado ir, en verdad que sí, porque me clavo mucho en mis deberes laborales y asuntos personales que llego a olvidar tu ausencia física. Pero casi siempre aparece algo que me recuerda a ti, ya se un número, una canción, una palabra, algo llega y se clava en mi ser como si quisiera seguir ahí. No sé cuánto tardará esto pero no quiero que desaparezcas, sólo quiero tenerte presente sin que duela tanto.
Te amé, te quise y no me arrepiento ni tengo culpas porque siempre fui sincera contigo y tu también.
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