Esa llamada nueva normalidad me fastidia



Desde que anunciaron su nueva normalidad, sentí un desagrado rotundo a la frase y después me puse a analizar su manera de llamarle a la apertura de las actividades económicas del país, así como las demás actividades al aire libre, en el espacio público. Nos están tratando de vender esta idea de nueva normalidad con la esperanza de iniciar de cero, como un año nuevo, borrón y cuenta nueva, como dirían algunos.

Pongamos cualquier palabra a lado de nueva/nuevo y sonará como algo mágico que nos merecemos por haber aguantado un confinamiento. Un premio por buena conducta, por quedarnos en casa. Nueva normalidad, nueva oportunidad, nuevo empezar, nueva vida, nuevo inicio.

Antes de seguir me preguntaría y les preguntaría ¿qué es lo normal? a qué llamamos normal y todo aquello que esté fuera de su normalidad es anormal. Para una sociedad que juzga, reprime, etiqueta, vulnera. No me imagino qué puede ser visto como nueva normalidad.

Para el gobierno de la Ciudad de México la nueva normalidad es anunciada como un regreso más fuerte pero distinto. Con supuestas medidas para reincorporarnos a la vida económica. Cuando en diversas localidades no sólo de la ciudad, sigue habiendo contagios, personas gravemente enfermas y defunciones. Su nueva normalidad para una gran mayoría, seguirá siendo la rutina de siempre trabajar para vivir y para otros más, tal vez regresar a algunas actividades recreativas.

Para mi, su nueva normalidad, me suena a "les damos chance de creer que estarán bien" no nos importan sus vidas, nos importa que trabajen y generen capital para el bien de las empresas, para el bien de la "economía". 

Además de esta terrible hipocresía de responsabilizar a la población de su contagio. Me molesta su concepto de nueva normalidad porque hace un ruido terrible en mi cabeza. Después de adaptarnos a trabajar desde casa y eso, no para todos, sino para los que tienen/tenemos ciertos privilegios. Ahora debemos resetear nuestro casete y ponerlo en modo "normal", no perdón, en modo nueva normalidad

Algunos la pasaron de maravilla en este encierro, porque a veces trabajar desde casa es más cómodo, más placentero y además nos permite ahorrar ya que no gastamos en pasaje ni comidas y para los que tiene auto les permitió ahorrar en gasolina, hay quienes ni lo sintieron porque su vida es así, viven del freelanceo y el home office, de sus tiempos y sus reglas. Para otras personas fue lo peor, un encierro significó acabar con las salidas y fiestas cada fin de semana, se acabó las visitas a amigas/amigos, las visitas a la familia y a toda una vida social. Significó no salir a la estética, a los centros comerciales, al cine y demás lugares donde iban las personas a divertirse después de un día de trabajo.  

Pero hay un grupo más, en realidad hay un abanico amplio. Faltan los que estamos en medio de estos dos polos, los que no nos gusta salir los fines de semana a fiestas masivas, pero sí salir de pronto, con una amiga/amigo a tomar un café o a beber. Los que disfrutamos de la soledad pero a veces salir a respirar un poco ayuda y alivia el corazón. Los que no hablan con casi nadie en el trabajo pero el sólo salir de casa es maravilloso porque permite tener algo más que una oportunidad de vivir. Y entonces esas últimas personas nos adaptamos a un pequeño encierro, tolerar nuestra soledad, realmente solos y de pronto los vuelven a aventar a esta jungla. 

¿A caso quieren jugar con nuestra cabeza? Lo están logrando. 

Esta etapa de volver a salir a las calles, tratar de confiar en las personas y replantearnos las formas de convivencia social. ¿Cómo le hago? Si ya era difícil entablar una conversación con algún extraño, ahora no hay pretextos, ni quiero hablar con nadie, sin embargo tampoco quiero estar sola, no quiero volver a lidiar conmigo misma. 

Tal vez, sólo debo darle una oportunidad a esto, dejar que fluya y por fortuna, aún estoy con vida.

Comentarios