De amores platónicos y realidad

Cuando estás completamente enamorada de alguien, sin que esa otra persona lo sepa, sí, hablo de esos amores platónicos. Puedes tolerar muchísimas situaciones, prefieres pasar pequeños momentos con el ser amado, antes que decir tus verdaderos sentimientos por infinidad de miedos, principalmente a no ser correspondida.

Uno puede estar cegado por esa belleza, no contemplas los defectos y aquellos detalles que desconoces de la persona; no los tienes en mente, porque empiezas a idealizar sin ser consciente.

Al principio no lo veía así, sólo la veía y decía: -es perfecta, toda ella realmente me cautiva-.
Con el paso de los días, semanas, años, uno va entendiendo que nos vamos construyendo una idea de esa persona, pero ¿quién es ella?, el nombre no importa, el nombre sólo está en mi mente pero le diré Z.

Z llegó a mover todos los cimientos de mi incompleta identidad, vino a decirme aquí estoy y no puedes tenerme porque finalmente no soy de nadie.

Pero vino a aclarar muchísimas dudas, trajo consigo más paz y tranquilidad. 
¡Claro que también llegó a mover todo dentro de mi!
 Ahora sé que puedo amar libremente.

Solo escribo ideas sin sentido de un amor platónico que con el tiempo se desvaneció, porque uno deja de idealizar a ese amor, comienza a ser realista.




Comentarios