Inició el año y mi cuerpo manifestó estar enfermo, perdí mucha sangre, me hicieron 2 transfusiones y aquí seguimos. Intentando cambiar algunos hábitos y mantener una rutina de vida sana y saludable.
Me cuesta trabajo soltar mi pasado, me duele recordar cosas. Esta pandemia agudizó mucho la nostalgia de un pasado muy pasado, sigo idealizando a personas que en su momento amé y quise mucho. Pero también estoy siendo sincera y alejándome de quienes me hicieron daño.
Ya no quiero ser dependiente de nadie, sucede que a veces me comporto como una sanguijuela (pero no porque me alimente de sangre) me aferro a alguien que muestra algún ligero interés en mi, le doy mi tiempo, mi vida, mis sueños y me olvido de mis prioridades como persona, por servirle. Me da miedo todavía la soledad y suelo tomar malas decisiones. No he aprendido a complacerme en todos los aspectos de la vida.
Mi cabeza me traiciona en demasiadas ocasiones, había comenzando el año con otra perspectiva sobre mi crush, porque eso es, sólo una ilusión que va y viene en mi cabeza. Pero a veces mi cerebro vuelve a poner la idea de un futuro con ese amor platónico y caigo en el juego de soñar despierta. Algunos dicen que eso es tener esperanza, otros más que eso no es vivir, manteniendo una ilusión así y que debo arriesgarme (lo que sea que eso signifique).
Estoy retomando el ritmo de mi vida, las riendas de cómo ser feliz, estoy buscando inspiración en la misma vida, aunque es dolorosa y a veces abrumadora. Tal vez sea egoísta, pero me cansé de escuchar a los demás y no escuchar mis sueños, metas, promesas.
Me cuesta demostrar mi afecto a los demás, en especial a mis amigas/amigos, mi timidez a veces hace parecer que no me importan, o que todo está dicho, porque trato de respetar los silencios, es decir no insisto cuando alguien me cuenta sus sentires, respeto lo poco o mucho que dicen pero no cuestiono y a veces eso hace parecer que les ignoro y en realidad sólo estoy respetando su dolor, tristeza o angustia.
Al final son reflexiones de apenas 3 meses del año, donde me frustra muchísimo seguir en pandemia, me da miedo enfermar o que enfermen mis seres más preciados, porque la muerte sigue cerca y se ha llevado a personas queridas.
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