Sanando de tanto dolor

Ha pasado mucho tiempo desde que escribí y solo recurro a este sitio cuando quiero desahogar mis penas, la mayoría de veces quejarme de mi vida e incertidumbres. Desaparecí un tiempo de aquí porque la estaba pasando bien o intentaba llevar mi vida lo mejor posible, un balance entre los deberes y obligaciones. A pesar de haber contraído COVID a inicios de 2022 (6 de enero) creí que ese año sería mucho más ameno y grato y solo tuve que afrontar procesos muy dolorosos físicos y emocionales. Hay varias cosas que sucedieron antes y me gustaría apuntarlas, a inicios de la pandemia  (15 de febrero del 2020) me hice un tatuaje, 2 personitas y yo nos hicimos el mismo tatuaje y es como un pacto de amistad, aunque a veces no les hablo tanto, son una parte importante de mi y ahora están en mi muñeca izquierda. 

Después de una larga crisis de pandemia donde se agudizaron problemas hormonales (2021) concluyó en una fuerte hemorragia de mi útero, tuve anemia y un trauma terrible por estar internada en un hospital de ginecología y obstetricia (16, 17 y 18 febrero). Caí en depresión, intenté levantarme de mi situación y continuar la vida como debe ser, afortunadamente una personita estuvo cerca de mi para apoyarme y es ahora una de mis valiosas amistades. 

Un año después, después de haber salido de mi bache caí en otro, literalmente. Tuve un accidente en bicicleta (18 marzo 2022) y me lesioné ambas rodillas pero la cosa fue peor, la rodilla derecha quedó mal y siete meses después tuvieron que operarme para reconstruir el ligamento cruzado anterior. Pasé 7 meses andando en muletas entre citas médicas y trámites burocráticos, fueron meses de angustia, incertidumbre y sufrimiento emocional y físico. Tal vez lo que más me afectó fue dejar mi cotidianidad para acostumbrarme a andar muy limitada de mi movilidad y pedir ayuda para trasladarme, dejé de ver a mis amistades y estuve mucho tiempo encerrada en casa. 

A la par de mi proceso médico la situación en el trabajo de mi mamá se fue agudizando y tuvimos que enfrentar un proceso legal para exigir una justa liquidación por más de 20 años de trabajo digno. Tuvimos que dejar nuestro hogar, es decir mudarnos de casa y fue difícil asimilarlo y ayudar estando limitada con las muletas. Afortunadamente las cosas salieron bien y ya estamos fuera del infierno por el cual vivimos mi familia entre vecinos incómodos e insistentes de dejar a un lado la demanda. 

Fueron tantas situaciones difíciles y cada año viví procesos que me han hecho analizar mi existencia. Me han quedado lecciones y aprendizajes aun tengo tristezas por sanar. Sin embargo mi familia ha sido muy fuerte y seguimos enfrentando cambios pero estoy segura que será para mejorar nuestra vida. Quisiera hacer planes y comenzar a reconstruir mi vida. Volver a cimentar mi camino de los escombros que aún quedaron pero hay algo de miedo porque aún no recobro la fuerza necesaria para andar sola. 

En este momento a casi 11 meses de mi lesión y 3 meses de haber sido intervenida quirúrgicamente estoy yendo a rehabilitación para recuperar mi andar sin muletas. Aún siento que voy a tardar pero realmente lo estoy intentando y a veces es triste pensar que tal vez ya no pueda o quiera andar en bicicleta porque el miedo está presente así como el dolor.



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